jueves, 19 de febrero de 2009

Desayuno Buffet con Ibuprofenos, Aspirinas y Gelocatiles.

El cuerpo humano. Qué sabio es el jodio. Tengo mi record personal en 15 pintas que me bebí una noche en Staines (Londres). Al día siguiente me levanté y me fuí a trabajar al Parque de Atracciones "Thorpe Park". Entrábamos por la puerta de personal, nos cambiábamos y nos dirigíamos al parque por una puertecida. Pero allí había un simpático caballero con una bolsa de piel llena de canicas. Tenías que meter la mano en ella y...si sacabas la negra debías soplar en el Alcolímetro. Afortunadamente aquella mañana no me tocó soplar y me pasé 12 horas trabajando con dignidad. Ni una pastilla. Ni un vaso de agua. Tal vez un nugget de pollo. Pero claro...tenía 23 años.

Los años pasan y pasan y te sobrepasan. El caso es que yo estoy de puta madre (como dice mi amigo Angel). Me siento cada vez más despierto pero mi cuerpo a veces me falla el muy cabrón. Sin ir más lejos ayer fui a ver un piso para alquilar y cuando bajé de la casa algo decepcionado por las condiciones de la dueña, me tomé un par de tercios de Mahou. Tras ello, me cogí un taxi y me fuí hasta el Palentino donde se celebrába el pre-cumpleaños de una personilla de las que ya no quedan. Y para celebrarlo empecé tomando unos 3 botellines. Al sumar el parcial creo que ya voy por el litro y medio de cerveza. Una cifra nada desdeñable. Ella decidió que era el momento de que me pasase a los Gin Tonics. Claro joder, es miércoles. Perfecto. Me tomé dos allí. A 3,50 creo.

¡Vámonos al Wurlitzer! Venga copón, claro que sí. Otro Gin tonic. Me voy a casa. Bueno, nos vamos a casa. Tú vomitas como yo lo hacía antes. Yo hace mucho que dejé de vomitar. Me lo guardo todo para mi. Soy un ansioso de la resaca. La quiero.

Me levanto. Ojos de asesino en serie. Voy a matar al espejo. Café, una galleta de esas marbu doradas y un Ibuprofeno. ¿Dónde está el Colirio? ¡Mierda!

Ando hacia el trabajo pensando que todos me dirán: ¡Vaya ojos chato! ¿Anoche otra vez no? ¡Veros a la mierda! ¡Aburridos! ¿Anoche vistéis alguna mierda serie no? ¡Menudo planazo!

Y Con ese orgullo reflexional me siento en la mesa. Enciendo en ordenador y vomito todo esto. De la a a la Z. Ufff, creo que me he quedado mucho mejor.

¡Felicidades!

martes, 17 de febrero de 2009

¿Por qué me preocupo tanto de todo?

Soy un coñazo el 70% de las veces. En un 20% soy muy divertido. El 10% restante no soy. El caso es que muchas veces leo libros en los que veo personajes adorables y pienso: Jo, yo quiero ser como uno de ellos. Hace poco, alguien que estuvo en un curso de literatura me explicó que todos escribimos sobre seres superiores a nosotros, sobre personas que nos gustaría ser.

También es verdad que soy así sólo por épocas, días en los que lo veo todo negativo y no paro de poner pegas o...criticas. Criticas, criticas...qué jodidas son las críticas. Pero no entiendo por qué me cierro en banda en esos momentos porque no tengo razones para hacerlo. A veces me pongo muy pesado con la persona a la que más quiero. O borde con mi compañero. Sin razón alguna. Me meto dentro de eso y no salgo. EXIT!

Se supone que el hecho de plantearme todo esto ya es algo bueno diría un psicólogo. "Pero jose no le des importancia. Eres bueno en todo lo demás."

Pues eso. Esta reflexión analógica es una especia de disculpa a todos aquellos que me rodean y han sufrido alguna vez de mis "ataques de seriedad".

YA SE ME PASARÁN!!!!

jueves, 5 de febrero de 2009

Los síndromes de Moda. Capitulo 1. El de Peter Pan.

Siempre fui un niño tranquilo, un bebe tranquilo, un feto tranquilo. Cuenta la leyenda narrada cada navidad o cada vez que un amigo se acerca por casa que yo era un niño que no lloraba nunca. Sólo reía y comía. Tardé en hablar. Tardé en andar. Más tarde, también tardé en amar.

Creo que llegué tarde a todo aunque siempre fui puntual. Empecé veterinaria y llegué tarde a publicidad. También tardé en empezar a leer libros que me gustasen. Tardé en descubrir que me gustaba el cine. Creo que tenía 13 años cuando me comí mi primer donuts(no es una metáfora): tarde.

Un buen día decidí que ya era hora de hacerse mayor. Cambié de ropa y me puse jerseys, tuve una novia estable y aburrida incluso creo que llegué a bailar "siempre así" en un bar. Pero claro...no me duró mucho y empecé a volver hacia atrás. Y me iba mejor. Me compré dos monopatines, una guitarra, un amplificador, la casa de los pitufos, miles de discos, una bicicleta y conocía a una chica encantadora, irresponsable y llena de vida. Todo eso me llenó de felicidad.

Ahora trabajo en un sitio en el que me pagan por ser un niño. Por ilusionarme con las cosas cada día, como cuando en la peli "big" le pagaban a tom hanks por probar juguetes....algo así.

¿DÓNDE QUIERO LLEGAR?

A veces se rien de mi, me dicen que tengo el síndrime de peter pan ese. Otros me dicen que nunca más seré un heavy. Algunos inlcuso que me hago el guay. A todos ellos quiero decirles:

QUE OS DEN POR CULO A TODOS.

Que persigáis aquello que os gusta sin vergüenza. Que retoméis aquellos discos que os gustaban con 14 años. Si os gustaban los comics leerlos otra vez. Si os gustaba montar en patín...¿Por qué coño no montáis ahora?

Y si no...que se lo digan a mi compi que ha vuelto a los pañales y es mucho más feliz. Hasta tiene mejor el cutis.

Conclusión: que el síndrome de peter pan es algo bueno. Sin perder la perspectiva.

PD: me he comprado un coche para ser más maduro y todavía habrá gente que me dirá: ¿Un coche tú? ¿para qué?

PARA NADA.

martes, 3 de febrero de 2009

¿Y si nos vamos al monte?

Corre, corre, huye. No mires atrás hasta que no hayamos llegado. ¡A la mierda! Total...no merecía la pena. Todos los días eran iguales...menos dos a la semana. Estaba todo tan lleno de gente.

Eran las 06:00 de la mañana. Nos levantamos sobresaltados por una pesadilla en común, así que cogimos lo necesario para vivir y salimos a la carrera. En un carrito tú pusiste tus libros y tus sopas de sobre. En otro carrito yo puse mis vinilos, la guitarra acústica (que pesa menos) y mi tortuga, que ya que me había costado 150 euros, al menos que volviese al campo.

No fue dificil decir adiós a todo. Creo que ni siquiera lo hicimos. De hecho la gente debe estar asustada en este momento. Pero qué más da si nos hemos salvado ¿No? ¡Qué hagan ellos lo mismo!
Mientras reflexionábamos en este punto al borde de un camino te pregunté qué tipo de nueva vida querrías... ¿Mantelitos de cuadros? ¿Un porche de madera y mecedoras? ¿Un lago al final del caminito? Coincidimos en todo...hasta en la sauna donde nos azotaríamos las espaldas con ramas de abedul. Aunque he de decirte que no sé si estoy muy convencido con la idea de tener un animal de cada especie en nuestra granjita. Eso nos dará mucho trabajo nena.

Y seguimos andando. Cogimos miles de carreteras secundarias, luego caminos terciarios. luego terraplenes y más tarde desfiladeros. Afilados como lápices staedtler. Cuando pensábamos que nunca encontraríamos el sitio vimos un grupito de pinos en forma de flecha, como hacen los ratones al moverse por una pantalla de ordenador. Allí estaba, la tierra prometida. Me sentía como un judio en la civilización moderna. Siempre huyendo. Ya está: llamaremos ÉXODO a nuestro terrenito. Tendremos 5 hijos. 3 chicas y dos chicos. Ya puestos a elegir...

Algún día todos huirán ansiosos por conocer la civilización. No volverán. Y no lloraremos. NO.

Home Sweet Home.